Mejora la experiencia de vacunar a tus hijos

La escena más común a la hora de vacunar tus hijos pequeños son llantos, pataletas y sufrimiento previo a la intervención. Es más, si es un bebé, son sus padres los más angustiados pensando en el dolor que puede experimentar.

Si quieres evitar el drama previo a las vacunas, prueba a seguir estas recomendaciones:

¿Miedo infundado?

El miedo que tenemos a las inyecciones está relacionado con la educación que recibimos, en la que se suele relacionar las agujas con algo malo, doloroso y con los castigos. Por ello, los niños temen las jeringuillas antes de experimentar si causan dolor o no.

El dolor es subjetivo

Aunque vacunarse no es indoloro, las molestias que podemos causar cuando nos vacunan dependen de cada individuo y de su umbral del dolor.

Dolor vs Protección

Las inyecciones que se aplican durante la infancia aportan protección contra 14 enfermedades y, además de evitar contagios, pueden salvar la vida.

Por lo tanto, al ser una de las medidas más efectivas para prevenir enfermedades, si comparamos su beneficio con la molestia que causan, es mejor vacunarse.

La desventaja escolar

Aplicar vacunas en las escuelas es más negativo que en un centro médico. Puede estresar a los niños el hecho de que sus compañeros vean sus reacciones entre sí (llorar o gritar).

¿Cómo mejorar la experiencia?

Para conseguir que tu hijo sufra al recibir una vacuna, que pierda el miedo a la agujas y, sobre todo, que el temor no evite la vacunación, sigue estos consejos:

• Alimentar al bebé

Si la madre está presente cuando se le aplique la vacuna al bebé, lo aconsejable es ayudarle a reducir el dolor amamantarlo antes, durante y después de la aplicación.

• Mantenerse cerca

Para reducir la ansiedad y experimentar menos el dolor, es una buena opción estar en contacto físico con nuestros hijos mientras se le aplica la inyección. Lo más recomendable es colocarte de forma vertical y que abrace a alguno de los padres.

• Lleva distracciones a la consulta

Puedes disminuir el estrés centrando su atención en algo que le gusta, como un muñeco o un juego del móvil.

• Mantén la calma

Si los padres están nerviosos o angustiados porque van a vacunar a su hij@, le transmitirán esas sensaciones. Le servirá de ayuda que conserves la calma y mantener una respiración tranquila para darle mayor tranquilidad.

• Evita que sea una amenaza

No asociemos las agujas y las vacunas con otros hechos que pueden asustar a nuestros hijos, como castigos o amenazas.

• Dile la verdad

Si ya tiene una edad para entender, explícale porque es importante que se vacune, para prevenir que enferme. Dile la verdad, que se sentirá una pequeña molestia, pero pasajera.

La salud de nuestros hijos es nuestra prioridad. Siempre vamos a querer lo mejor para ellos y por eso tenemos que garantizar que vamos a poder acudir a un pediatra cuando los necesiten.

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